Los acúmulos de grasa localizados como abdomen, flancos, muslos, rodillas, cartucheras o papada ya no serán un problema con las nuevas inyecciones de Aqualix, nombre comercial del desoxicolato de sodio, también conocido como ácido desoxicólico. Éste acido, presente en la bilis humana, licua el adipocito para que la grasa se elimine de forma natural a través del sistema linfático.
Su técnica de infliltración específica, con una aguja fina y larga que deposita el producto directamente en el área a tratar, precisa tan sólo de un pinchazo por zona. Su recuperación es inmediata, si bien podría aparecer un edema en los dos o tres días posteriores. Cuando la grasa supera los 300 cc. es recomendable utilizar otras técnicas, como la liposucción con láser infrarrojo de diodo.
Es fundamental que este tratamiento sea realizado por un especialista –médico formado en esta técnica–, para una distribución completamente homogénea, pues se inyecta en las capas más profundas de la piel y ha de emplearse la dosis precisa.
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